Afortunada soy, pero esto no fue cuestión de suerte
- LuceBuona
- 4 abr
- 7 Min. de lectura
Acompáñame a darle un vistazo al sube y baja de emociones que es migrar, mientras revivo mi proceso a través de anécdotas.

A veces me pregunto cómo me perciben otras personas. No me refiero a como me perciben através de este blog, porque creo que aquí soy bastante transparente, pero por ejemplo en medios sociales. “De seguro quedo muy sangrona”, pienso en los días que comparto mis logros, “pues la que-so”. En otros días es más como un: “Tal vez me note muy disociada..”, “Todoooo bien aquí no hay nada que ver!” pienso, en esos días que me siento como el meme del perrito sentado en un cuarto en llamas, intentando mantener la calma.
Ya se que a la mayoría nos da cringe ver vídeos o lives de gente llorando en Tik Tok o Instagram, mientras comparten con su círculo virtual los altibajos de la vida, pero también creo que es muy ingenuo pensar que lo que vemos de la vida de los demás en medios sociales es toda la realidad.
Finalmente, es común que saquemos conclusiones acerca de la vida de los demás a partir de lo poco o mucho que “muestran” en medios sociales. Pero igual se da en su comunicación verbal o escrita, e incluso en su comunicación no tan explícita.
En el contexto de mi vida como migrante, en algún momento recibí comentarios descalificadores de mi esfuerzo, camuflados de piropo: “pues si ha de ser complicado migrar, pero pues tu eres buena aprendiendo idiomas ¿no?”, “Ay! Así que chiste, tu ya hablas Inglés y otros idiomas…difícil si fuera a migrar yo que ni Inglés hablo!” En otro contexto, una amiga me decía “somos opinadores profesionales”, ¡y que razón tiene!Por algún motivo los humanos sentimos la autoridad para opinar sobre la vida de los demás, como un reflejo o instinto. Como una forma de justificar nuestras propias acciones, o hasta de esconder aquello que nosotros mismos vengamos arrastrando.
Recientemente logré una meta, en la que estuve trabajando estos últimos 5 años…
Recientemente logré una meta, en la que estuve trabajando estos últimos 5 años… La ciudadanía Alemana.El día en que se llevó a cabo el acto formal de recibir mi Einbürgerung subí un par de historias compartiendo con amigos y familia mi logro. Así sin mucho contexto, una foto mía con la carpeta conteniendo los papeles oficiales que tantos desvelos, lágrimas, cansancio, e incertidumbre me costaron.
Pensé en no subir nada, en guardarme la alegría, total… para sentirla no hace falta ningún post o story, pero me ganó la emoción.
La carpeta adornada con el escudo del gobierno de Landshut, incluía un par de hojas con mi nombramiento oficial como ciudadana Alemana. Eso y una Constitución de bolsillo me fueron otorgadas en una cita que duró una hora. Los días antes dormí poco, pensando en el camino recorrido.

Me acordé de mi primer trabajo en Alemania, lo agradecida que estoy porque me hayan contratado a pesar de no tener referencias locales, o experiencia directa. Recordé las muchas veces que en el camión regreso a casa contuve las lágrimas mientras un montón de adolescentes me veían como bicho raro, al tiempo que yo revivía en mi mente los comentarios desacreditadores de mis compañeros de trabajo. Recordé el cansancio y las ganas de meterme a mi cama calientita y ver Netflix, en vez de tener que llegar a casa en invierno, a bañarme a prisa para salir corriendo a mis clases de alemán. Pero también no pude evitar acordarme de las inspiradoras historias de mis compañeros de clase. Gente sumamente trabajadora, que literalmente lo daba todo cada día, para poder darle una mejor vida a su familia, para poder mandar dinero a sus países de origen, para eventualmente conseguir un trabajo mejor pagado.

Aún me queda mucho por aprender, mi nivel de Alemán es intermedio oficialmente, pero al vivir en Bavaria se siente como si fuera menos que eso. Si bien esto puede ser una inseguridad para quiénes estamos en la misma situación, también es una limitante en cuestiones laborales.
Me queda claro que en el futuro no muy lejano regresare a la escuela, a seguir aprendiendo este idioma, mientras tanto a mantener mi racha de Duolingo aunque sea.

Como un súcubo, de pronto pensamiento entró a mi mente
También me acordé de las mujeres en el supermercado, a quiénes evidentemente les incomodaba mi presencia. Barriéndome con la mirada de arriba a abajo, poniendo los ojos en blanco cuando me escuchaban torpemente hablar en su idioma natal, o cuando incluso me volteaban la cara para negarme el saludo. Como un súcubo, de pronto pensamiento entró a mi mente: “Un papel no te hará pertenecer, no te dará la aceptación de la gente a tu alrededor”, “...para ellos siempre serás una migrante”, “Ahora no eres ni de aquí, ni de allá…”, “Y qué? Vas a contactar a tres países diferentes a ver si puedes armar un fondo de retiro decente con todos los pedazos?”.

Recordé esa vez que una amiguita también migrante, y yo íbamos en el camión, casi solo. Cuando un hombre en silla de ruedas, seguido por dos tipos más, subieron al camión. Los tipos hablaban fuerte y de forma grosera. Uno de ellos se acercó a dónde mi amiga y yo estábamos sentadas y me dijo que levantara porque él quería sentarse justamente dónde yo estaba sentada. Miré a mi alrededor y noté al menos 15 lugares libres en donde él podría sentarse. Intenté ignorarlo, mientras volteaba a ver fijamente al conductor del camión, esperando que él notara que algo andaba mal. El hombre en la silla de ruedas le dijo que nos dejara en paz, así que el tipo desistió.
Pensé en las veces que el marido y yo nos imaginamos este momento, de cómo nos reímos pensando qué podríamos hacer para festejar el día que lograra mi ciudadanía: como por ejemplo, comprar el tradicional tazón de cristal que todas las familias alemanas parecen tener.
La imagen de mis papás abrazándome y diciéndome lo mucho que me quieren también vino a mi mente. Cada despedida en el aeropuerto tras las visitas mutuas, ese nudo en la garganta después de decirles lo mucho que los admiro, y como los extraño cuando no están cerca.
Pensé en mi abuelita, en sus abrazos llenos de vida, de cariño, y amor, diciéndome: “Siempre supe que eras diferente mijita, que tu no querías lo que la mayoría quiere…Yo te llevo aquí” - dijo mientras posaba su palma sobre su pecho.

En esa madrugada de lunes, el reloj indicaba que aún podía cerrar los ojos, relajarme y dormir al menos 5 horas. Entonces empecé a recordar el frío invierno Canadiense, el cansancio en mis piernas tras trabajar de pie por 8 horas, viajar en camión por 40 minutos, y después caminar a casa otros 20 minutos más con temperaturas entre - 1 y -19°C. Suena triste, suena cansado, pero no se sentía así, ¡porque mis papás y mi hermano estaban allí! Ellos tomaban turnos para acompañarme en el trayecto. Aprovechamos el tiempo para platicar, ponernos al día sobre las trivialidades diarias, para imaginarnos el futuro, para acordarnos de nuestra vida en México. Entonces, siendo una migrante, y estando muy lejos de la doble ciudadanía, y al mismo tiempo de una vida “normal en México”, no importaba mi estatus migratorio, porque todo lo importante estaba allí.
Definitivamente soy una persona afortunada pensé.
Definitivamente soy una persona afortunada pensé. Y así, de golpe, ese ente roba sueños se desintegró y salió de mi mente. Sentí el amor de los míos, su cariño, su presencia, y sobre todo su fé en mí. De pronto se hizo muy evidente que tenía que aceptar este logro, que tenía que presentarme al otro día y aceptar la ciudadanía. Apenas íbamos a caber en el carro, el marido y yo, acompañada por la incertidumbre, y sus besties: la ansiedad y el miedo…Pero, también con una de mis aliadas: la esperanza. (Que por cierto hablando de aliadas, también les dediqué un segmento en mi repaso mental a mis amiguitas, que desde México, otros países, o incluso aquí cerquita, me dan vida con sus palabras de aliento. Con sus podcasts, y hasta con reels y memes que me envían. Son como mis madrinas mágicas, ¡en verdad que su apoyo vale oro!)
Si imaginamos la carga emocional que traigo encima, como figura de personas, el carro del marido sin duda se vería como carrito de payasos, retacado de pasajeros, uno más incómodo que el otro (así de delulu está la cosa).

Esa extraña agrupación de emociones: tristeza, incertidumbre, miedo, esperanza... recibió a una emoción más, la culpa. “Yo acá disfrutando de las muchas ventajas de la vida en Alemania, mientras el tiempo no perdona la vida y la salud de los míos”. Los migrantes que me lean entenderán muy bien a qué me refiero. “Ya estoy aquí, pagando el alto precio (emocional, monetario, y físico) de estar aquí, también debería de disfrutar los frutos de mi trabajo”...Pero ¿qué de verdad es la felicidad si no se comparte? Pienso, mientras una vez más, tomo mi celular y me pongo a cotizar vuelos para visitar el terruño, o para que mis papás vengan a verme.
Igual habrá quién pueda pensar que tuve suerte, pero nada de esto es suerte. Todo viene de decisiones, de tomar acción, de pequeños sacrificios (como no disfrutar de las preciadas tardes de verano, por estar en clase o haciendo tarea), y otros mucho más pesados (como el dejar a mi familia atrás).
Agradezco todas las oportunidades y alineaciones llamémosle, (que cada vez las veo menos como coincidencias) que me trajeron por estos rumbos. También agradezco a quienes en diferentes partes del proceso estuvieron presentes con su apoyo... Puff! a estas alturas hasta a los escépticos les agradezco, por sus dosis de "realidad", y por no venir a saturar el camino. *Para más memes sobre migrar a Alemania aquí.
#LviBlog #Blogger #Expresión #MexicanaMigrante #Mexico #Alemania #Migración #MetasdeVida #TrámitesMigratorios #LebenInDeutschland
Felicidades!! Muy lindo todo , gracias!!!🥰🤗❤️👏
Gracias!!
Muchas gracias!! Que bonito !!!😇🥰
Felicidades!!!!🥳
I was in tears even before playing the video! Recently started watching Bluey and to be honest I am saviouring every episode, making sure not to rush through them. Luce as a kid would have love it too! Without all the sometimes extreme drama cartoons such as "Candy", "Peline" and the anime series called in Spanish "La Ranita Demetan" displayed. I also remember feeling sad and stressed after watching some of them...But Bluey is so not like that. I am sure this is appreciated by kids and parents equally. Cheers to all healthy, innocent and non invasive copying mechanisms! And thanks for sharing this one! 😍