Para muchas mujeres el día que nacen sus hijos no es el día más feliz de sus vidas
A veces hay ideas erróneas en torno a la maternidad. No se puede generalizar, no todas las mujeres tienen la misma experiencia, cada maternidad es un mundo. A veces pareciera que hay una gran presión sobre vivir la maternidad como algo 100% positivo, so pena de ser tildada de “mal agradecida” o “mala madre”.
Muchas mujeres sueñan con ser madres desde niñas, tienen elegidos los nombres y el número de hijos que les gustaría tener; llegada esta feliz etapa escogen cuidadosamente los primeros atuendos de sus bebés y esperan con ansias los “baby showers” que les organizan sus familiares y amistades, decoran con todo cuidado el cuarto del bebé, reciben gustosas a todas las visitas, el tiempo se detiene en el momento en que les ponen a sus bebé en sus brazos por primera vez.
En cambio, existen otras mujeres que nunca jugaron a ser madres, en donde el tener un bebé no es algo seguro en sus vidas; a veces es toda una sorpresa que no se esperaban y que reciben escépticas, confundidas, temerosas y felices, todo al mismo tiempo. Para muchas mujeres la maternidad es una idea que les lleva tiempo procesar, incluso después de haber tenido a sus bebés, en donde los días se vuelven una tarea de cuidado instintiva pero desconectadas de sí mismas. Hay madres que no sienten esa conexión instantánea con sus pequeños; los quieren, si, los cuidan, los protegen, hacen un excelente trabajo, pero esa conexión se va dando poco a poco, a través del tiempo, de los meses que pasan cuidando y conociendo a su bebé y a ellas mismas en este lado de sus personas que no conocían. También hay que aprender a conocernos y amarnos en esta nueva faceta de nuestras vidas.
Para algunas el día en que nacen sus hijos es una experiencia traumática, dolorosa, en donde a veces su vida corre peligro y no se respetan sus deseos a la hora de parir (el parto es un procedimiento sumamente invasivo para la madre).
Incluso cuando todo va bien el nacimiento de un hijo es un evento difícil de asimilar. Aún cuando se trata de un parto rápido, sin complicaciones y una recuperación igualmente sencilla; cuando se cuenta con un médico que respete tu plan de parto y tienes una pareja o familiar que te apoya en todo momento y está ahí para cuidar de ti. Incluso entonces, en una situación óptima, se nos olvida que existe un plano emocional en donde las cosas no siempre son tan sencillas; en donde reina la confusión y el shock de lo que le está sucediendo al cuerpo, de eso que a veces, resulta difícil de comprender por más “natural” que lo califiquen. No, el que las mujeres tengamos la capacidad de parir no significa que lo tengamos completamente asimilado. A veces esos meses de gestación no alcanzan para entender todo lo que conlleva ser madre.
Entonces no, para muchas mujeres el día que nacen sus bebés no es el día más feliz de sus vidas, es un día importante, claro, pero también confuso mezclado con alegría y muchas otras cosas. Dejemos de minimizar este hecho tan mecánico del sexo femenino como “feliz” y aprendamos a concebirlo con toda la complejidad que conlleva. Que sea la madre (o futura madre) la que decida cómo quiere calificar su experiencia y que no se sienta presionada por esta convención generalizada que dicta que el día que tienes un hijo “debe de ser el día más feliz de tu vida” (junto con el día de tu boda, claro, porque a las mujeres se nos enseña, presiona, a encontrar la felicidad siempre en función de otras personas y no en función de nosotras mismas). El día que nacen nuestros hijos definitivamente es un día muy muy importante en nuestras vidas, porque tu vida cambia, nunca vuelve a ser la misma y tú tampoco vuelves a ser la misma, y a veces esto es bueno.
La maternidad es más que cuidar, proteger, sacrificarse y amar; la maternidad es crecer, mejorar, madurar, esforzarse y luchar; es felicidad, es miedo, alegría, confusión, duelo (porque a veces también hay que llorar esa vida que tuvimos y esas que fuimos). Y sentir todo esto no nos hace malas madres, no significa que nos arrepintamos de serlo o que no queramos a nuestros hijos, significa que somos seres humanos, seres complejos capaces de sentir más de una cosa a la vez, a veces completamente opuestas, y que siempre estamos evolucionando y cambiando. Significa que estamos por buen camino para una maternidad más honesta y libre de tabúes y convenciones sociales que no hacen más que generar infelicidad porque nunca nadie es “la madre perfecta”.
Entonces, dejemos de compararnos y de creernos el cuento de que “el día que nacen tus hijos es el día más feliz de tu vida” (para muchas si lo es pero para otras no), aceptemos que cada madre es distinta y optemos por una maternidad más franca y verdadera, y más feliz, porque aceptar las cosas como son nos aligera el corazón.
Felicidades!! Muy lindo todo , gracias!!!🥰🤗❤️👏
Gracias!!
Muchas gracias!! Que bonito !!!😇🥰
Felicidades!!!!🥳
I was in tears even before playing the video! Recently started watching Bluey and to be honest I am saviouring every episode, making sure not to rush through them. Luce as a kid would have love it too! Without all the sometimes extreme drama cartoons such as "Candy", "Peline" and the anime series called in Spanish "La Ranita Demetan" displayed. I also remember feeling sad and stressed after watching some of them...But Bluey is so not like that. I am sure this is appreciated by kids and parents equally. Cheers to all healthy, innocent and non invasive copying mechanisms! And thanks for sharing this one! 😍